Obituario: Dra. Iris Mella Guerra
Una gran Diabetóloga y de una gran calidad humana.
Se especializó en la Clínica Joslin en Estados Unidos y a su regreso se inició el sistema de atención en equipo multiprofesional (enfermera, nutricionista, médico, cirujano, técnico de enfermería) de las personas con diabetes; cada uno con tareas específicas, pero con un común denominador: estimular el autocuidado. El desarrollo de la educación grupal sistemática en la Unidad de Diabetes del Hospital San Juan de Dios fue una de sus iniciativas más exitosas.
Fue una de las primeras diabetólogas en atender a niños y adolescentes con Diabetes tipo 1, en una época en que los lactantes y niños sufrían aún de desnutrición y el debut de una diabetes en cetoacidosis, muy poco frecuente, solía no diagnosticarse ni tratarse oportunamente y cuando además no se disponía de especialistas. Fue también pionera en el tratamiento de pacientes con diabetes gestacional y pregestacional.
Fue invitada como conferencista a numerosos Congresos, nacionales e internacionales a mostrar su experiencia.
Participó en la organización y desarrollo de la Fundación de Diabetes Juvenil de Chile, donde realizó numerosas charlas educativas.
Estableció una relación de trabajo de salud pública con el Ministerio de Salud. Es así como se creó un comité para redactar las guías clínicas de Diabetes 1 y las guías de Diabetes y embarazo. Integró por muchos años la Comisión asesora de diabetes en el MINSAL.
Para dimensionar el esfuerzo que exigía el tratamiento de las personas con diabetes es importante recordar las carencias tecnicas de esa epoca: se realizaba el control metabólico de los pacientes con glicemia plasmática venosa y la mayoría de los tratantes realizaban la atención con resultados de exámenes efectuados días o semanas previas. La Unidad de Diabetes, con la Dra. Mella en el equipo, inició el sistema de toma de muestra y control médico el mismo día, lo que por un lado evitaba viajes al hospital y permitía una mejor evaluación de la adherencia al tratamiento. Se tomaban las muestras en la Unidad y se transportaban al Laboratorio Central del Hospital, los pacientes iban en ayunas, se les proporcionaba un desayuno y en ese intertanto se realizaba la actividad educativa.
La Dra. Mella era una persona tremendamente generosa, preocupada de enseñar y mostrar a los residentes todo lo que pudiera ampliar y enriquecer los conocimientos; fue un gran modelo, una gran luchadora para la obtención de tratamientos con fármacos modernos e insumos para los pacientes. Para los médicos de las nuevas generaciones, esta realidad es desconocida para quienes no vivieron esa etapa, previa a la existencia de GES y Ley Ricarte Soto.
Preocupada, cariñosa e involucrada con los pacientes, no sólo cumplía con sus obligaciones profesionales, sino iba más allá, motivaba a pacientes y profesionales en el conocimiento de la enfermedad. Su legado trasciende en la mejora de la calidad de vida de miles de pacientes con diabetes y en el fortalecimiento de la atención en diabetes en Chile.
Este pequeño recordatorio, vaya como homenaje a la Dra Mella y motivación a los profesionales para que sigan su huella.
Nut. Elena Carrasco
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