CÁNCER DE TIROIDES: LA IMPORTANCIA DEL MANEJO PERSONALIZADO DEL TUMOR ENDOCRINOLÓGICO MÁS FRECUENTE
Los nódulos tiroideos son un problema clínico frecuente, ya que 2 de cada 3 mujeres los tiene en la etapa de la post menopausia. Además, entre 5 y 10% de ellos representan una enfermedad, ya sea porque son malignos, o porque producen hormona tiroidea en exceso. El cáncer de tiroides, en tanto, es el tumor endocrinológico más frecuente, el que ha aumentado a nivel mundial durante las últimas 3 décadas, y en nuestro país no es la excepción. La mayoría de los tumores corresponde a cáncer diferenciado de tiroides, ya sea papilar o folicular, que en etapas tempranas se asocia a buen pronóstico. En cambio, cerca del 2% de los cánceres corresponde al tipo medular y el 1% restante a cáncer anaplástico, que tienen un comportamiento más agresivo. “El tratamiento ha consistido en la resección de la glándula tiroides, seguida de la administración de yodo radioactivo para eliminar el tejido persistente post cirugía, y de hipertiroidismo farmacológico para disminuir la probabilidad de recurrencia y mortalidad”, explicó el Dr. José Miguel Domínguez, endocrinólogo de SOCHED.
La última década ha permitido un desarrollo importante en el manejo de esta enfermedad, gracias a la integración de investigaciones básicas y clínicas, así como del trabajo coordinado de distintos especialistas. “En la actualidad es posible identificar el riesgo individual de cada paciente afectado por la enfermedad. El reconocimiento del riesgo individual de cada paciente permite diseñar un tratamiento personalizado, buscando la curación de la enfermedad y la reducción de los efectos secundarios asociados a la terapia”, expuso Domínguez.
En relación a la cirugía, el médico señala que habitualmente consiste en la resección de la glándula tiroidea completa. En algunos pacientes de bajo riesgo puede considerarse la resección parcial de la tiroides. En aquellos casos en que el estudio preoperatorio demuestre compromiso de ganglios en el cuello, se requerirá una cirugía más amplia. “En esta etapa es fundamental que la operación sea realizada por un cirujano experto, que permita la extirpación total de la enfermedad, con la menor probabilidad de efectos secundarios”, afirmó.
Terapia
La terapia con yodo radioactivo es probablemente el área que ha experimentado más cambios en los últimos años, ya que si en el pasado lo recibía la gran mayoría de los pacientes que se trataban por cáncer de tiroides, en la actualidad su uso se restringe a aquellos pacientes de riesgo intermedio y alto. Esta conducta mantiene el buen pronóstico de los pacientes de riesgo bajo, y no los expone a los efectos secundarios de esta terapia.
En relación al tratamiento con levotiroxina, hormona que reemplaza la función de la tiroides, en el pasado se recomendaba dar dosis altas a los pacientes después de la cirugía y el yodo radioactivo. Se postulaba que esta conducta disminuía el riesgo de recurrencia en todos los pacientes. De manera similar a lo que ocurre con uso de yodo radioactivo, actualmente se recomienda ajustar la dosis de levotiroxina al riesgo individual de cada paciente. De esta manera no se afecta pronóstico del cáncer de tiroides ni se expone a los pacientes a exceso de hormona tiroidea, que puede producir arritmias, osteoporosis y fracturas.
Importante cita internacional
Todas estas novedades en el manejo del cáncer de tiroides han motivado a la Sociedad Chilena de Endocrinología y Diabetes (SOCHED) a organizar el Primer Simposio Internacional de Cáncer y Nódulos Tiroideos, el que se desarrollará los días 5 y 6 de agosto en el Hotel Intercontinental de Santiago. “El simposio está dirigido a cirujanos, endocrinólogos, médicos nucleares, radiólogos, patólogos, médicos nucleares, oncólogos, radioterapeutas y todos los especialistas interesados en el tratamiento de estos pacientes”, expresó el Dr. Domínguez, uno de los directores del curso.
También indicó que participarán dos invitados internacionales de primer nivel, el Dr. Bryan Haugen, endocrinólogo de la Universidad de Colorado Denver, y el Dr. Gregory Randolph, cirujano de la Universidad de Harvard. “Ambos tienen vasta experiencia y múltiples publicaciones en el área, y son además coautores de las últimas guías ATA de Nódulo y cáncer de tiroides, y miembros del comité organizador del Congreso Mundial de Cáncer de Tiroides que se efectuará en Boston en 2017”, narró el endocrinólogo.
La última década ha permitido un desarrollo importante en el manejo de esta enfermedad, gracias a la integración de investigaciones básicas y clínicas, así como del trabajo coordinado de distintos especialistas. “En la actualidad es posible identificar el riesgo individual de cada paciente afectado por la enfermedad. El reconocimiento del riesgo individual de cada paciente permite diseñar un tratamiento personalizado, buscando la curación de la enfermedad y la reducción de los efectos secundarios asociados a la terapia”, expuso Domínguez.
En relación a la cirugía, el médico señala que habitualmente consiste en la resección de la glándula tiroidea completa. En algunos pacientes de bajo riesgo puede considerarse la resección parcial de la tiroides. En aquellos casos en que el estudio preoperatorio demuestre compromiso de ganglios en el cuello, se requerirá una cirugía más amplia. “En esta etapa es fundamental que la operación sea realizada por un cirujano experto, que permita la extirpación total de la enfermedad, con la menor probabilidad de efectos secundarios”, afirmó.
Terapia
La terapia con yodo radioactivo es probablemente el área que ha experimentado más cambios en los últimos años, ya que si en el pasado lo recibía la gran mayoría de los pacientes que se trataban por cáncer de tiroides, en la actualidad su uso se restringe a aquellos pacientes de riesgo intermedio y alto. Esta conducta mantiene el buen pronóstico de los pacientes de riesgo bajo, y no los expone a los efectos secundarios de esta terapia.
En relación al tratamiento con levotiroxina, hormona que reemplaza la función de la tiroides, en el pasado se recomendaba dar dosis altas a los pacientes después de la cirugía y el yodo radioactivo. Se postulaba que esta conducta disminuía el riesgo de recurrencia en todos los pacientes. De manera similar a lo que ocurre con uso de yodo radioactivo, actualmente se recomienda ajustar la dosis de levotiroxina al riesgo individual de cada paciente. De esta manera no se afecta pronóstico del cáncer de tiroides ni se expone a los pacientes a exceso de hormona tiroidea, que puede producir arritmias, osteoporosis y fracturas.
Importante cita internacional
Todas estas novedades en el manejo del cáncer de tiroides han motivado a la Sociedad Chilena de Endocrinología y Diabetes (SOCHED) a organizar el Primer Simposio Internacional de Cáncer y Nódulos Tiroideos, el que se desarrollará los días 5 y 6 de agosto en el Hotel Intercontinental de Santiago. “El simposio está dirigido a cirujanos, endocrinólogos, médicos nucleares, radiólogos, patólogos, médicos nucleares, oncólogos, radioterapeutas y todos los especialistas interesados en el tratamiento de estos pacientes”, expresó el Dr. Domínguez, uno de los directores del curso.
También indicó que participarán dos invitados internacionales de primer nivel, el Dr. Bryan Haugen, endocrinólogo de la Universidad de Colorado Denver, y el Dr. Gregory Randolph, cirujano de la Universidad de Harvard. “Ambos tienen vasta experiencia y múltiples publicaciones en el área, y son además coautores de las últimas guías ATA de Nódulo y cáncer de tiroides, y miembros del comité organizador del Congreso Mundial de Cáncer de Tiroides que se efectuará en Boston en 2017”, narró el endocrinólogo.