Dopamine Agonist-Induced Impulse Control Disorders in Patients With Prolactinoma: A Cross-Sectional Multicenter Study

May 6, 2019

Dogansen SC, Cikrikcili U, Oruk G, Kutbay NO, Tanrikulu S, Hekimsoy Z, J et al.
J Clin Endocrinol Metab. 2019 Mar 8. pii: jc.2018-02202.
http://doi.org/10.1210/jc.2018-02202
INTRODUCCIÓN: Los prolactinomas son los tumores más comunes entre los adenomas hipofisarios funcionales. El tratamiento primario del prolactinoma es el tratamiento médico con agonistas de la dopamina (AD).La bromocriptina y la cabergolina son ampliamente utilizados como AD en varias enfermedades. Los AD son bien tolerados y normalizan los niveles de prolactina y logran una reducción de los tumores. Pueden tener fectos secundarios como náuseas, vómitos, mareos y cambios en el estado de ánimo. Uno de estos efectos secundarios es el trastorno de control de impulsos , donde el juego patológico, la hipersexualidad, la alimentación y las compras compulsivas son los más llamativos.
Este estudio quiere identificar los posibles factores asociados con TCI en pacientes con prolactinoma que reciben terapia de DA.
MATERIAL Y MÉTODOS: Se trata de un estudio multicéntrico (11 centros, en Turquia), transversal, 308 pacientes con diagnóstico de prolactinoma (216 mujeres / 92 hombres), los cuales recibieron terapia con AD durante al menos 3 meses. El diagnóstico de prolactinomas se confirmó de acuerdo con signos y síntomas clínicos típicos, RNM selar e hiperprolactinemia en al menos dos muestras de sangre diferentes.
Los criterios de inclusión fueron adenomas ≥5 mm y niveles de Prolactina superior a 100 ng / ml. Los criterios de exclusión fueron otras etiologías de hiperprolactinemia secundaria, pacientes con trastornos psiquiátricos, que no pudieron completar los cuestionarios o que no estaban usando AD al momento del inicio del estudio.
Para esto, se aplicaron 2 cuestionarios: El Cuestionario de Trastornos Impulsivo-Compulsivo de la Enfermedad de Parkinson (QUIP) sección 1,  y la Escala de Impulsividad de Barratt-11 (BIS-11) y se obtuvieron datos clinicos y sociodemográficos de los pacientes.
RESULTADOS: Dentro de los resultados destaca que la edad media de los pacientes fue de 36 ± 12 años (rango, 14-72 años). La prevalencia de TCI fue del 17% (n = 51). Sólo hipersexualidad 6.5%, (n = 20). Sólo juego patológico 0.6% (n = 2). Sólo compras compulsivas % (n = 3). Sólo alimentación compulsiva 2.9% (n = 9). Se detectó la presencia de más de un TCI doble en 13 paciente, tres pacientes con TCI triple y un paciente con TCI cuádruple. Cuando se distribuyeron pacientes con más de un TCI, las frecuencias se determinaron como hipersexualidad 9.7% (n = 30), juegos de azar patológicos 2.9% (n = 9), compras compulsivas 4.5% (n = 14) ó alimentación patológica 6.1 % (n = 19). La edad media de inicio de cualquier TCI fue de 34 ± 10 años y el tiempo promedio para iniciarlo fue de 28 ± 31 meses. Se encontró que la frecuencia de TCI era del 35% en pacientes con un período de seguimiento de 12 meses, mientras que la frecuencia de TCI fue del 11% en pacientes con un período de seguimiento> 12 meses.
En las comparaciones de género, mientras que cualquier TCI e hipersexualidad fueron significativamente más comunes en hombres, la alimentación compulsiva fue más común en pacientes de sexo femenino. En pacientes con TCI, el consumo de alcohol y el historial de juego fueron más frecuentes. En análisis de regresión logística, el nadir de niveles de PRL, el sexo masculino y consumo de alcohol, persistieron como factores de riesgo independiente. Las puntuaciones totales de atención, motoras y no planificadas de BIS-11 fueron significativamente más altas en pacientes con TCI.
El porcentaje de aumento de los niveles de testosterona fue significativamente mayor en aquellos con hipersexualidad. El análisis de regresión logística reveló que el alcohol y el tabaquismo fueron factores de riesgo independientes en el desarrollo de la hipersexualidad. El porcentaje de aumento de los niveles de testosterona ya no fue significativo en la evaluación del riesgo.
DISCUSIÓN: En este estudio, la prevalencia de los TCI inducidos por AD en pacientes con prolactinoma fue del 17% y el  componente más común fue la hipersexualidad, seguido por la alimentacion compulsiva. El juego patológico fue el menos común, aunque en Turquia los juegos de azar no estan permitidos.
Cuando se comparó la frecuencia de los componentes de TCI según el sexo, la hipersexualidad y la alimentación compulsiva fueron más comunes en hombres y mujeres, respectivamente. El género masculino aumenta el riesgo de TCI en 2,4 veces y fue un importante factor predictor de riesgo independiente. En este estudio, el historial actual de tabaquismo, alcohol y juego fue significativamente mayor en aquellos con algún TCI, y el consumo de alcohol fue el factor de riesgo independiente más importante.
Los síntomas de los pacientes se aliviaron al reducir la dosis de los AD, por lo tanto, es crucial continuar el tratamiento con la dosis más baja de terapia de AD que proporcione normoprolactinemia en estos pacientes.
En pacientes con Enfermedad de Parkinson que desarrollaron TCI, se encontró que DRD3, DAT, TPH2 y algunos otros polimorfismos genéticos están asociados con un riesgo mayor de desarrollar TCI. En los prolactinomas, los polimorfismos del gen transportador de fármacos ABCB1 se han asociado con la aparición de efectos secundarios centrales. Sin embargo, este polimorfismo no se ha podido demostrar en pacientes con prolactinomas que desarrollan TCI inducido por DA. La derivación a consejería psiquiátrica puede ser apropiada para pacientes con puntajes más altos en las pruebas aplicadas. El TCI inducido por AD no se limita sólo a los pacientes masculinos y existe evidencia de hipersexualidad inducida por AD en pacientes de sexo femenino.
Las Debilidades del estudio radican en que no existe grupo de control y los cuestionarios (QUIP sección 1 y BIS-11) son extrapolados para pacientes con hiperprolactinemia en tratamiento con AD. Falta validarlos en esta población.
Sin embargo, el estudio tiene claras fortalezas, es un estudio multicéntrico, con un alto número de pacientes en tratamiento en relación a estudios previos. Todos los resultados de cuestionarios fueron validados por psiquiatras cegados para los diagnósticos.
Comentado por:
Dr. Francisco Muñoz Ortiz
Residente Endocrinología Adultos
Pontificia Universidad Católica de Chile